Todo en un solo fin de semana: golpes, gritos, la movilización de cientos de personas y la fragmentación del partido que ganó las elecciones más recientes.
Honduras es escenario de una nueva crisis política, a consecuencia de una pugna por quién presidirá el próximo Congreso Nacional.
En la actualidad, dos juntas directivas se disputan la legalidad para dirigir los trabajos del legislativo en el país centroamericano.
La situación se da antes de que la presidenta electa, Xiomara Castro de Zelaya, jure a su cargo el jueves.
El epicentro del problema es la formación misma de la mandataria, el Partido Libertad y Refundación (Libre), lo que pone a prueba su liderazgo. La lucha por el poder provocó protestas en Tegucigalpa y un altercado entre diputados en el Congreso, cuyas imágenes dieron la vuelta al mundo.
Con estas cuatro preguntas te explicamos los últimos sucesos.
1. ¿Qué ocurrió en el Congreso?
El Congreso Nacional de Honduras se sumió en un caos el viernes tras ser elegida una Junta Directiva provisional que no contaba con el apoyo de la presidenta electa Castro.
La sesión estuvo marcada por golpes, abucheos y gritos entre los diputados de diversos bandos políticos.
La Junta Directiva fue elegida con 85 votos a favor (era necesario un mínimo de 65), entre los que había 20 legisladores del partido de la recién electa jefa de Estado, quienes cerraron filas con el opositor Partido Nacional y otros grupos de minoría.
Como presidente del Congreso escogieron a Jorge Cálix, quien también milita en Libre. El legislador y la directiva fueron ratificados como líderes del Parlamento este domingo.
Con sus acciones los diputados de Libre no respetaron un pacto preelectoral entre la futura presidenta y el Partido Salvador de Honduras (PSH), de Salvador Nasralla.
Ante esto, el resto de los diputados de Libre se reunió con miembros del PSH y varios diputados suplentes para apuntar su propia Junta Directiva provisional. Para presidir el poder legislativo seleccionaron el domingo a Luis Redondo, del partido de Nasralla.
2. ¿En qué consistía el pacto?
Un acuerdo previo a las elecciones entre estas dos últimas agrupaciones políticas establecía que Nasralla no se presentaría a los comicios como candidato a presidente si Libre le garantizaba la vicepresidencia de Honduras y la posibilidad de elegir la directiva del Congreso.
Varios diputados de Libre dijeron públicamente que no se les tomó en cuenta en las negociaciones. Por el descontento se ausentaron a una reunión convocada por la presidenta la semana pasada, previo a la votación en el pleno legislativo, lo que fue un augurio de la división.
Castro ganó el pasado 2021 con 1,7 millones de votos, pero Libre solo obtuvo 50 bancas en el Congreso, mientras que el PSH otras 10. Entre ambos no alcanzaron la mayoría simple para refrendar el pacto.
Ante esto, los 20 diputados de Libre se unieron a 44 del Partido Nacional, junto a las minorías, para impulsar a Cálix y su propia Junta Directiva.
La reacción de Castro y Libre no se hizo esperar, y el mismo viernes expulsaron del partido a 18 de los 20 legisladores, luego de que dos se retractaron.
3. ¿Qué ha dicho Xiomara Castro?
«La traición se ha consumado», fueron las primeras palabras de la presidenta electa el viernes, en su cuenta de Twitter.
Más adelante, ese mismo día cuando anunciaba la expulsión de los 18 diputados, los señaló por supuestamente aliarse a la «dictadura» del Partido Nacional, quien estuvo los pasados 12 años en el poder, los últimos ocho con Juan Orlando Hernández al frente.
Además, convocó a una vigilia a las afueras del Congreso, en la que se congregaron cientos de personas y que duró hasta el domingo en la mañana, cuando sus correligionarios se reunieron para elegir a Redondo.
Esto provocó que la ratificación de Cálix ocurriera en el club campestre Bosques de Zambrano, al norte de Tegucigalpa. Según dijo Cálix, el nuevo Parlamento que preside será «libre de injerencias, libre de imposiciones». Y añadió que que garantizan a los hondureños ser «vigilantes de que se cumpla la agenda legislativa de nuestra presidenta Xiomara Castro».
«Juntos vamos a decirle a esos traidores que no pasarán y que la voluntad de este pueblo se debe respetar. Así como judas, se han vendido por unas cuentas monedas», dijo Castro, esposa del expresidente Manuel Zelaya, durante la vigilia.
La presidenta electa debe juramentar el próximo 27 de enero ante el jefe del poder legislativo. El viernes comunicó que no estaba dispuesta a jurar frente a Cálix, por lo que lo haría ante una jueza.
Este domingo, sin embargo, apoyó la selección de Redondo y lo invitó a los actos protocolares.
4. ¿Cómo afectan estos hechos su futura presidencia?
Para el analista Tiziano Breda, de International Crisis Group, era de esperarse que la presidencia de Castro sea «cuesta arriba» ante la falta de una mayoría en el Congreso.
El experto opinó que lo ocurrido durante el fin de semana es una prueba de «estrés adicional para su liderazgo, que se pone a prueba días antes de empezar su mandato».
«Además es un reality check para la población, que probablemente tendrá que redimensionar sus expectativas de cambio [ante la llegada del nuevo gobierno]», sostuvo.
A su entender, el conflicto podría tener dos consecuencias. La primera, «una crisis institucional» como la que el país sufrió tras el golpe de Estado de 2009, que depuso a Manuel Zelaya, el esposo de la nueva presidenta. Y la segunda, a falta de una solución a corto plazo, el aumento del descontento ciudadano.
De acuerdo con Breda, si el problema no se resuelve con acuerdos entre los partidos políticos, tendrá que acudir al sistema judicial, que «no goza de mucha confianza por parte de la población».
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