Con el pasar de los meses y los años, desde que la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró en 2020 al coronavirus causante de COVID-19 como una pandemia, habitantes de todo el mundo comenzamos a familiarizarnos con estos términos. Con la aparición de Ómicron, volvió a emerger, con un halo de esperanza, el término endemia.
¿Cuál es la diferencia entre estos conceptos? ¿Y cómo se distinguen de una epidemia?
Con la aparición de la variante Ómicron, una versión del virus que se presenta como más contagiosa pero también se estima más leve (aunque todavía la evidencia no es concluyente), muchos expertos arriesgan que 2022 podría marcar el fin de la pandemia.
Esto es porque se entiende que se generará una inmunización a gran escala sin el alto costo de una gran cantidad de muertes, por lo que las personas seguirán contagiándose, pero estando vacunadas o inmunizadas por haber padecido la infección. ¿Significa entonces que COVID-19 pasará de ser catalogado como pandemia, a convertirse en una endemia? ¿Qué implicaría esto?
Pandemia
Yendo de mayor a menor respecto a su alcance, una pandemia está determinada por presentar un nivel de contagiosidad tal que se extiende por todo el mundo.
«La pandemia es la emergencia de una enfermedad que se expande rápidamente a varias regiones, países y continentes, que tiene potencialidad para infectar a numerosas personas y que requiere para su control de la cooperación internacional. El claro ejemplo es el covid o la pandemia de gripe H1N1″, explica a Clarín Leda Guzzi, miembro de la Sociedad Argentina de Infectología (SADI).
«Si un brote epidémico afecta a regiones geográficas extensas (por ejemplo, varios continentes) se cataloga como pandemia. Tal es el caso, por ejemplo, del VIH», apunta el sitio de Médicos sin Fronteras (MSF).
Y añade: «A pesar de haber conseguido grandes avances en materia de prevención, test y tratamiento del HIV (con acceso constante a los antirretrovirales se vuelve una enfermedad crónica con la que se puede convivir de manera controlada hasta la vejez), aún la pandemia del HIV no ha sido resuelta«, subrayan.
Endemia
En tanto, una enfermedad endémica sigue circulando por una población, aunque, de alguna manera, «contenida».
Así lo explica Guzzi: «La endemia es una enfermedad que está instalada en un área, en una región o en un país, que siempre tiene un número de casos que está estimado, que puede tener estacionalidad, o sea prevalecer en diferentes momentos del año; pero que se mantiene dentro de ciertos rangos en términos de números de casos», sostiene.
«Las enfermedades endémicas son aquellas que persisten de una forma continuada o episódica en una zona determinada. La malaria, el Chagas o el dengue son ejemplos de endemias en zonas muy específicas del planeta», agregan desde la organización de acción médico- humanitaria.
En el caso de que el coronavirus sea considerado una endemia, eso significaría que, como muchas veces se escuchó decir, «conviviremos con el virus» como una enfermedad más, sin alta letalidad, porque muchas personas están vacunadas o inmunizadas por una infección previa.
Epidemia
Por último, la epidemia suele estar asociada a un brote. «Hablamos de epidemia cuando estos casos se disparan por encima del nivel endémico y generalmente afectan a una región, es algo más localizado en una determinada región», detalla Guzzi.
Y agrega la diferencia entre epidemia y pandemia: «Hablamos de pandemia cuando eso se expande sin fronteras hacia todos los continentes y compromete a muchísimas personas».
Otro de los factores propios de la epidemia es su duración, como indican desde MSF: «La epidemia se produce cuando una enfermedad contagiosa se propaga rápidamente en una población determinada, afectando simultáneamente a un gran número de personas durante un período de tiempo concreto», indican desde MSF.
En la misma línea, en el sitio del Ministerio de Salud de la Nación explican que una epidemia «se da cuando muchas personas de una región o país se infectan al mismo tiempo con una enfermedad, por ejemplo, gripe en época invernal».
«En caso de propagación descontrolada, una epidemia puede colapsar un sistema de salud, como ocurrió en 2014 con el brote de Ébola en África occidental, considerado el peor de la historia», agregan desde MSF.
Y añaden: «Cada enfermedad epidémica requiere una actuación específica en los ámbitos de prevención y tratamiento. Algunas de las más habituales en nuestros proyectos son cólera, ébola, malaria, meningitis y sarampión».
«Estas enfermedades -continúan- pueden aparecer en zonas donde no existían previamente, o pueden desarrollarse brotes epidémicos a partir de enfermedades endémicas», indican.
La importancia de las vacunas
«A más de dos años de la aparición del SARS-CoV-2, el escenario podría en poco tiempo empezar a modificarse y a hacer que la covid-19 se transforme en una enfermedad endémica. El tiempo dio la razón y los contagios se multiplicaron por todo el mundo. Fueron apareciendo nuevas variantes y la última registrada, Ómicron, desató ahora una ola de contagios a escala global», ponderan las infectólogas María Fernanda Rombini y Romina Mauas, de Vittal.
«En este escenario -prosiguen- las vacunas pasan a ser fundamentales porque cada vez hay más personas inmunizadas y eso hace que el virus circule, que incluso haya brotes, pero con baja tasa de letalidad. Por ello es que algunos epidemiólogos sostienen que en un tiempo más la pandemia dará paso a una endemia», cierran.
Fuente Externa.