La Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos quiere viajar a la región en la que el régimen de Xi Jinpíng confina y “reeduca” a la minoría uigur, que ha denunciado múltiples abusos
China permitiría que la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUR), Michelle Bachelet, visite Xinjiang en la primera mitad de 2022 después de los Juegos Olímpicos de Invierno de Beijing, según un informe del periódico South China Morning Post, que citó fuentes no identificadas.
Los grupos de derechos humanos han acusado a China de perpetrar abusos a gran escala contra el grupo étnico uigures y otros grupos minoritarios en su región occidental de Xinjiang, incluidas detenciones masivas, torturas y trabajos forzados.
Los uigures viven en las regiones del noroeste de la República Popular China, conformando uno de los 56 grupos técnicos reconocidos oficialmente por el gobierno de Beijing. Presentan un idioma propio, con distintos dialectos que se diferencian por secciones geográficas. Han sufrido tanto de controles como restricciones extensas en su vida religiosa, cultural y social y el régimen de Xi Jinping amplió su vigilancia para controlar tanto sus creencias como su religión, lo que podría ser percibido como una amenaza para el gobierno chino.
Hoy en dia, más de 120.000 uigures estan confinados en campos de detención a lo largo de todo China, con la idea de cambiarles el pensamiento político y sus creencias religiosas usando los abusos físicos y verbales, asimismo obligándolos a escribir ensayos de autocrítica y cantar el himno del Partido Comunista Chino.
Por otro lado, Estados Unidos acusó a China de genocidio en Xinjiang, y un tribunal no oficial e independiente con sede en el Reino Unido dictaminó que Beijing es culpable de genocidio, a lo que Beijing niega todas las acusaciones de abuso de los uigures y otros musulmanes turcos y ha descrito sus políticas como necesarias para combatir el “extremismo” religioso.
Bachelet ha estado negociando con China para una visita a la región desde septiembre de 2018. El Ministerio de Relaciones Exteriores de China, y el representante de China ante las Naciones Unidas en Nueva York no han respondido de inmediato a las solicitudes de comentarios.
South China Morning Post citó fuentes las cuales afirmaban que la aprobación para una visita después de la conclusión de los Juegos de Invierno de Beijing, que se realizarán del 4 al 20 de febrero. Se otorgó con la condición de que el viaje fuera “amistoso” y no enmarcado como una investigación. También informó que se entiende que Beijing “ha presionado para que se retrase” la publicación de un próximo informe del ACNUR sobre Xinjiang hasta que los Juegos hayan concluido.
Al igual que en 2008, los Juegos Olímpicos han vuelto a poner de relieve el historial de derechos humanos de China, que según los críticos ha empeorado desde entonces, lo que provocó un boicot diplomático de Estados Unidos y otros países. “Nadie, especialmente el principal diplomático de derechos humanos del mundo, debe dejarse engañar por los esfuerzos del gobierno chino para desviar la atención de sus crímenes de lesa humanidad contra los uigures y otras comunidades turcas”, dijo para la agencia de noticas Reuters, Sophie Richardson, directora para China de Human Rights Watch.
Los expertos en las Naciones Unidas y otros grupos de derechos humanos estiman que más de un millón de personas, principalmente uigures y otras minorías musulmanas, han sido detenidas en campamentos en Xinjiang en los últimos años. Tanto Estados Unidos como muchos de sus aliados, incluidos el Reino Unido, Canadá, Australia, Japón y Dinamarca, han dicho que no enviarán delegaciones diplomáticas oficiales a los juegos en protesta por el historial de derechos humanos de China.
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