En 2008 recibió la máxima distinción científica de Medicina por descubrir el Sida en 1983. Luego, afirmaciones sin sustento y su oposición a la vacunación infantil lo ubicaron en otro lugar.
Fue Premio Nobel por descubrir el SIDA, profesor emérito del Instituto Pasteur, director de Investigaciones del CNRS y miembro de la Academia de Ciencias Sociales y de Medicina. Murió como un paria frente a sus pares científicos franceses, como un líder de los anti vacunas.
El profesor Luc Montagnier, que codescubrió el virus del SIDA y recibió el premio Nobel de Medicina en el 2008, falleció el 8 de febrero en el hospital Americano de Neuilly sur Seine, cerca de Paris, rodeado de sus hijos. Recién este jueves el ayuntamiento confirmó su muerte.
Este virólogo francés, junto a otros científicos, consiguió descubrir el origen del SIDA y fue recompensado con el Nobel. Pero luego su reputación internacional fue confrontada por sus pares franceses, que lo acusaron de adherir a teorías que nada tenían que ver con lo científico y lo descalificaron. Una a una, sus fundaciones desaparecieron en Francia, incluida la que tenía en la UNESCO, y la del Instituto Pasteur. Solo mantuvo una en Suiza.
Nació el 18 de agosto de 1932 en Chabris (Indre). Luc Montagnier fue nombrado asistente en la Facultad de Ciencias de París en 1955, antes de centrar su investigación en virus animales, en particular aquellos cuyo patrimonio genético está compuesto por ARN, y en enlaces que pueda existir entre estos virus y los procesos cancerosos.
En 1972 creó la unidad de oncología viral en el nuevo departamento de virología del Instituto Pasteur de París. En 1983, descubrió, con sus colaboradores Jean-Claude Chermann y Françoise Barré-Sinoussi, el virus del SIDA. Abandonó la dirección de su departamento en 1997, a los 65 años, para incorporarse durante unos años al Queens College, en Nueva York.
En 2008 fue la consagración del profesor Montagnier y sus colaboradores: se les otorgó el Premio Nobel de Medicina por su trabajo sobre el VIH. El 8 de octubre de ese año, tras recibir la distinción, Montagnier fue recibido en el Elíseo por Nicolás Sarkozy.
Cuando su reputación en el exterior permanecía intacta gracias al Premio Nobel, con conferencias pagas e invitaciones a universidades, los discursos del profesor Montagnier, cada vez menos científicos, habían despertado asombro, incluso denuncias públicas por parte de sus colegas.
El codescubridor del VIH dijo que el agua tiene «memoria» de los compuestos con los que ha estado en contacto. Por lo tanto aseguró que “los africanos tendrían menos problemas de Sida si tuvieran una dieta más equilibrada. Había propuesto curar al Papa Juan Pablo II, enfermo de Parkinson, con papaya fermentada o incluso tratar el autismo con antibióticos” según el diario Le Monde.
En noviembre de 2017, fueron sus discursos contra la vacunación obligatoria de los niños los que provocaron la denuncia pública de 106 académicos de medicina.
“No podemos aceptar de uno de nuestros colegas que utilice su Premio Nobel para difundir, fuera del ámbito de su competencia, mensajes peligrosos para la salud, desafiando la ética que debe regir la ciencia y la medicina”, escribieron los científicos franceses.
Este jueves, el polémico virólogo Didier Raóul anunció su muerte en las redes sociales . “Se ha perdido un hombre donde la originalidad, la independencia y los descubrimientos sobre el ARN han permitido la creación del laboratorio que aisló e identificó el virus del SIDA”, escribió Raoult desde Marsella.
En un documental estadounidense de 2009 sobre la transmisión del SIDA, dijo: ”Nosotros podemos ser expuestos varias veces al VIH sin ser infectados de manera crónica. Nuestro sistema inmunitario se va a desembarazar del virus en algunas semanas si usted tiene un buen sistema inmunitario”. Pero la investigadora Francoise Barré Sinoussui, que co descubrió el SIDA con él, dijo que ella no cree que haya datos serios para esa afirmación.
En su oposición frente a las vacunas, Luc Montagnier acusó a los laboratorios “de ir envenenando poco a poco a toda la población” y estableció un vínculo entre las vacunas y las muertes infantiles. “No podemos demostrar una causalidad pero hay una relación temporal”, dijo.
Durante la pandemia del Covid, el profesor volvió a hablar con sus tesis estrafalarias. En abril de 2020, en el estudio de CNews, Montagnier afirmó que el SARS-CoV-2 se había fabricado sobre la base del VIH. Una afirmación que no fue respaldada por ningún estudio científico serio.
Con el correr de los años , Montagnier pasó de la gran reputación al ridículo y al abandono del mundo científico. Él acusaba a los laboratorios franceses de su desprestigio.
Vivía en una enorme casa en Plessis Robinson, en los Altos del Sena, en una mansión que sufría el paso de los años.
En los últimos años se veía a si mismo como una víctima en su propio país, aunque conservara su fama de Nobel en el exterior.
París. Corresponsal