Quienes están en los túneles viven en refugios hechos con cartones o en hogares mejores construidos, pero sin acceso a servicios básicos como agua potable. Todo eso sucede mientras unos metros más arriba Las Vegas ofrece el lujo a sus visitantes.
Las Vegas es una ciudad reconocida mundialmente por sus múltiples atracciones turísticas, tales como casinos de juegos, resorts, museos y restoranes. A diario, son cientos los turistas que llegan hasta la llamada “ciudad del pecado” para cumplir esos sueños y deseos que tanto anhelaban.
Pero no todo lo que brilla es oro. Debajo de las luces de los letreros, el ruido del tráfico y los múltiples atractivos para los visitantes, hay una ciudad constituida por subterráneos donde residen cientos de personas. Un reportaje de BBC exploró la realidad de estos habitantes que, por no tener una casa y un empleo estable, o contaban con eso en algún momento y por distintos factores lo perdieron, decidieron instalarse en esos oscuros rincones.
Cómo es vivir en la ciudad subterránea de Las Vegas
Según cifras rescatadas por el citado medio, correspondientes al gobierno de Las Vegas, actualmente hay casi 6.500 personas que viven sin una casa fija en esa localidad. En relación a aquellas que residen dentro de los subterráneos, se estima que son aproximadamente 1.500.
Uno de los que ha estado en ese sitio por más tiempo es Rick, de 72 años, quien luego de haber estado en la guerra de Vietnam comenzó a enfrentar una serie de dificultades para desenvolverse en su vida.
Las Vegas es conocida por su atractivo turístico, pero también posee una realidad menos vista, en que cientos de personas viven dentro de los túneles de la ciudad. Foto: AP.
El exmilitar lleva 35 años residiendo en los subterráneos de Las Vegas. Durante todo este tiempo ha sido testigo de cómo habitar este lugar puede ser peligroso en los periodos de lluvia, ya que los laberintos se inundan por completo. Si bien los meses en que cae agua en la ciudad son escasos, cada vez que llegan, se dan con tanta intensidad que puede ser peligroso para cualquiera que ande caminando por ahí.
“He visto el agua llegar casi hasta el techo”, expresó Rick al citado medio. Hasta ha presenciado que personas perdieron la vida debido a la inundación, y que por más que intentaron salvarse, no lo consiguieron.
Después de ser expulsado como marine, hoy Rick solo sobrevive con 23 dólares cada mes y con el dinero que le da la gente en las calles de la ciudad. Por sus palabras se desprende que ya perdió la esperanza e incluso planea sumergirse en la zona más profunda del túnel.
Un grupo de voluntarios entra a los túneles de Las Vegas. Foto: Shine A Light.
Otro de los que reside en esta zona es Steve. A diferencia de otras personas que contaron su historia, el hombre de 57 años relata que la suya inició cuando sus padres llegaron a Las Vegas a abrir un casino, y luego de vivir tantos años en ese entorno, las drogas y el alcohol se apoderaron de él. Al final, terminó viviendo en la calle.
“Vinimos aquí a estar tranquilos y a desaparecer del mundo. Aunque ya antes del túnel éramos en cierta forma invisibles”, asegura.
Los desechos y el fuerte ruido del tráfico que pasa arriba son algunas de las cosas que más caracterizan a este espacio tan olvidado por la sociedad, según consigna el artículo de BBC.
Algunos refugios consisten solo en un par de cartones doblados, mientras que otros están mejor conformados, con cocina incluida. Aún así, esa vulnerabilidad sucede simultáneamente mientras a unos pocos metros de altura los restaurantes más lujosos ofrecen platos de comida a precios inalcanzables para ellos y los turistas gastan su dinero en los juegos de azar.
Para Matthew O’Brien, periodista que bajó a estos subterráneos por primera vez hace años atrás y que ha publicado libros sobre esta realidad, los dos mundos están constantemente vinculados entre sí.
“Los habitantes de los túneles sobreviven de las sobras, del exceso de Las Vegas”, afirma el reportero. “Recorren los casinos, buscan el dinero que ha caído al suelo o ha quedado en las máquinas, mendigan entre los turistas”.
O’Brien enfatiza en que no todas esas personas han vivido sin hogar desde toda su vida. Simplemente llegaron a Las Vegas buscando nuevas oportunidades, como lo han hecho tantos otros.
“Quizá no pudieron encontrar trabajo o tal vez se volvieron adictos al juego, a las drogas que están tan a mano en las calles, y algunos terminaron viviendo bajo aquellos mismos casinos que los habían atraído a esta ciudad de Nevada”, expresa.
Quienes llegaron a vivir a los túneles de Las Vegas no necesariamente vivieron siempre sin hogar, sino que algunos llegaron a la ciudad con el objetivo de encontrar nuevas posibilidades. Foto: Shine A Light.
No todos los túneles son iguales. Robert Banghart, director de divulgación de Shine A Light, una organización que brinda ayuda a las personas que viven en esta ciudad oculta, y quien en algún momento también residió en ella pero pudo salir, cuenta que cada túnel “tiene su propia personalidad”.
“Hay algunos más organizados, con ciertas jerarquías. Y sí, algunos son muy básicos, pero en otros sus habitantes han construido sistemas de alumbrado, los han acondicionado, han puesto muebles… Te sorprenderías de lo que hay ahí abajo”, señala.
Sin embargo, por más que tengan ciertos objetos que les permiten estar más cómodos, aún así viven en condiciones de pobreza, sin acceso a servicios básicos como lo es el agua potable. “Una mala decisión, un desgracia, un error, y te quedas en la calle”, afirma Banghart.