Limpiaba zapatos, vendía frutas, lavaba carros para estudiar y hoy es un licenciado en Mercadeo

El recién investido conserva su caja de «limpiabotas» como motivación para lograr sus metas.

Jonatán Corcino Martínez se graduó en Mercadeo en la cuadragésima séptima graduación ordinaria de la Universidad del Caribe (Unicaribe), luego de enfrentar una serie de vicisitudes durante el curso de su carrera, como tener que limpiar botas o lavar carros en la calle.

El recién egresado de Mercadeo para costear sus estudios se valió de una caja de madera portátil hecha por él mismo, donde cargaba utensilios para limpiar zapatos, con la cual pululaba por distintas calles de la ciudad en busca de personas que necesitaran de una limpieza.

pre tuve la inspiración desde temprana edad de graduarme en la universidad, pero no tuve la oportunidad de costear mis estudios, tenía que limpiar zapatos y tenía que administrarme con lo que ganaba como “limpiabotas”, con la limpiabotas que yo mismo hice con mis manos”, contó el hombre de 41 años.

¿Azúcar en el champú?

Corcino Martínez quien es padre de un adolescente de 16 años confesó que la «limpiabotas» que utilizaba para generar ingresos se convirtió en una especie de inspiración para convertirse en profesional, por ende acudió con ella a la ceremonia de graduación.

“Yo le hice una promesa a esta “limpiabotas” y se la hice debajo de un puente, allí le dije que el día que me graduara serviría como inspiración y para seguir estudiando y preparándome”, confesó.

Lavar carros

El oriundo de San Isidro, Santo Domingo Este, aparte de limpiar zapatos también tuvo que lavar carro y vender frutas para poder subsistir y lograr su anhelada meta de obtener su título universitario.

“Yo llegué a vender frutas frente a la zona franca y en pandemia me tocó lavar carros con un amigo porque me quedé sin trabajo, y con un amigo lavábamos carros para poder pagar mis estudios y seguir hasta hoy que me gradúe en esta universidad”, explicó.

Vicisitudes 

Corcino Martínez también puntualizó que durante el curso de la licenciatura casi a diario se enfrentaba a una situación que atentaba contra su propósito.

“Todos los días había unas situaciones nuevas, había días que tenía los 3 mil para pagar la universidad, pero había otros que no, otras veces tenía el dilema de si pagar el colegio del niño o la universidad, yo terminaba pagando la universidad porque con el colegio tenía más rejuego, pero con la universidad si no la pagaba no podía continuar mi carrera, pero en la semana buscaba con qué pagar el colegio”, indicó.

Familia disfuncional

Asimismo dijo que a pesar de venir de una familia disfuncional, los días de hambre y mudanzas constantes no impidieron alcanzar su sueño, sino que, por el contrario, los hicieron más fuertes al punto que considera todas esas situaciones lecciones de vida.

“Toda esa hambre que yo pasé y malos ratos cuando pequeño lo agradezco, porque me sirvió para poder llegar a donde estoy”, manifestó.

Recomendación a la juventud

El recién egresado recomendó a los más jóvenes a aferrarse a Dios y a no irse por el camino fácil, ya que este no trae nada bueno y es bien efímero.

A esa juventud les recomiendo que lean, afiáncense de Dios y verán que todo en la vida va a salir bien, el camino fácil es cuestión de dos minutos, nadie que se ha ido por el camino fácil ha triunfado en esta vida nada más tiene que mirar la vida desde ese concepto”, recalcó.

Corcino Martínez recibió su certificación junto a otros 765 egresados que invistió la universidad.