El presidente socialista confía en poder formar una coalición con la izquierda de Sumar. El PP espera alcanzar una mayoría que le permita gobernar.
En un verano europeo con temperaturas infernales, casi 37,5 millones de españoles podrán elegir este domingo quién será el próximo presidente.
De allí saldrá el nuevo gobierno, si no hay un bloqueo que obligue a la repetición electoral.
Este domingo se eligen, además, 208 senadores de los 265 que forman la Cámara Alta.
El presidente y candidato del PSOE a la reelección, Pedro Sánchez, apuesta a reeditar una coalición de gobierno como la que presidió en los últimos cuatro años con los populistas de Podemos.
Fue el primer gobierno de coalición de la historia democrática española y, esta vez, Sánchez sueña pactar un nuevo gobierno con Sumar, la novedosa formación que lidera la actual ministra de Trabajo, Yolanda Díaz.
El líder del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, en su cierre de campaña en La Coruña, España, este viernes. Foto: REUTERS
Sumar debuta en estas elecciones generales representando a un contingente de más de 15 fuerzas políticas a la izquierda del PSOE, incluido Podemos, que se licúa muy a pesar de su voluntad.
Y, por primera vez desde su aparición en las elecciones generales de 2007, el partido liberal Ciudadanos no se presenta en estos comicios.
Sánchez no logró terminar su mandato porque él mismo provocó el adelanto electoral que dejó inconclusa la XIV Legislatura española.
Fue por el penoso resultado electoral de las elecciones municipales y regionales de finales de mayo: una estocada para la izquierda ante el avance del Partido Popular, que arrasó con el poder institucional territorial.
De las diez comunidades que renovaban sus Parlamentos, el PSOE perdió seis gobiernos autonómicos y dos ayuntamientos de ciudades de peso como Valencia y Sevilla.
La candidata presidencial Yolanda Díaz, de Sumar, el viernes en un acto en Madrid. Foto: Cézaro Luca
Adelanto electoral
Rápido de reflejos, Pedro Sánchez no dejó ni festejar a Alberto Núñez Feijóo, presidente del Partido Popular. Al día siguiente, anunció el adelanto electoral para el 23 de julio de unos comicios que, originalmente, debían celebrarse en diciembre.
Refugiado en las encuestas que, desde el principio, lo dan como el candidato más votado, Núñez Feijóo se negó a la propuesta inicial de cinco debates cara a cara con Pedro Sánchez.
Aceptó sólo un encuentro, en un canal de televisión privado, donde salió “vencedor”.
Se comprobó luego, sin embargo, que algunas de las recriminaciones que le hizo a Sánchez -como que la investigación por las escuchas ilegales a políticos con el software Pegasus se cerró por falta de colaboración del presidente del gobierno- eran falsas.
Pedro Sánchez y Albertu Núñez Feijóo, en el debate que los enfrentó días atrás. Foto: AFP
A esto se sumó la publicación de antiguas fotos del candidato del PP con el narcotraficante Marcial Dorado que opacaron una campaña electoral que Núñez Feijóo estaba convencido de transitar sin mayores sobresaltos.
Le tocó, además, ponerle el cuerpo a la campaña mientras “cocinaba” pactos y acuerdos de gobierno en autonomías y municipios con el único socio posible para el PP: la extrema derecha de Vox.
Núñez Feijóo pidió abiertamente el voto para no tener que pactar con la ultraderecha.
Llegó a proponerle a Sánchez, delante de las cámaras, que firmaran un acuerdo para que gobierne el partido más votado.
Encuestas
Las encuestas dan ganador al PP, que podría alcanzar la mayoría necesaria -176 de las 350 bancas del Parlamento- sumando sus votos a los de Vox.
La izquierda lo tendría más difícil en cantidad de votos pero tendría más posibilidades de pactar.
El PSOE alcanzaría el 28 por ciento de los sufragios, a los que podría añadir los de Sumar.
También le sería posible repetir acuerdos con los independentistas catalanes y vascos que ya facilitaron la investidura de Pedro Sánchez en enero de 2020.
Hay provincias jugosas que aportan más de diez diputados como Madrid, representada por 37 o Barcelona, que sienta en el Parlamento a 32 diputados electos por su jurisdicción. Valencia aporta 16 y Sevilla 12, al igual de Alicante.
Y hay inmensa expectativa respecto de qué partido ocupará el tercer lugar.
¿Será Vox, como lo fue en las últimas elecciones generales?
¿O será Sumar, de estreno en este domingo 23?
Santiago Abascal, líder de Vox, en su acto de cierre de campaña, en Madrid. Foto: BLOOMBERG
Vox rondaría entre el 12 y el 14 por ciento de adhesiones y Sumar, entre el 10 y el 12 por ciento.
Despabilar a la izquierda
Ávido por despabilar al electorado de izquierdas que en las elecciones municipales y regionales de mayo prefirió quedarse en casa que ir a votar -en España el sufragio no es obligatorio-, el candidato del PSOE apostó a los logros de su gestión.
Aunque quedaron pendientes 60 leyes, que nunca se debatirán por el borrón y cuenta nueva que implica el adelanto electoral, el gobierno de coalición aprobó tres presupuestos generales del Estado y 175 leyes.
Entre ellas, la de eutanasia y la de memoria democrática, que incluye exhumar e identificar a las víctimas de la Guerra Civil española sepultadas en fosas comunes.
El gobierno de Pedro Sánchez fue criticado por haber indultado a los independentistas catalanes que fueron condenados por el referéndum ilegal y la declaración unilateral de independencia de Cataluña en 2017.
Y por haber eliminado del Código Penal el delito de sedición y haber modificado el de malversación.
Los roces con Podemos
Los roces con sus socios de gobierno de Podemos fueron imposibles de disimular: los populistas se opusieron a la entrega de armamentos a Ucrania en su lucha contra la invasión rusa. Y a la obligada modificación de la ley de libertad sexual, cuyo efecto secundario sacó del calabozo a 117 agresores sexuales y le redujo la condena a más de mil.
La ley llamada del “sólo sí es sí”, la propuesta estrella de Podemos, eliminó la distinción entre abuso y agresión sexual y, al modificar la escala de penas, terminó beneficiando a numerosos condenados por delitos sexuales.
Podemos se adjudicó la creación del ingreso mínimo vital, la subida del salario mínimo, la de impuestos a las grandes fortunas, a los bancos y a las empresas energéticas y la reforma laboral.
También la ley trans y la modificación de la ley del aborto, que permite interrumpir voluntariamente un embarazo a chicas de 16 años sin necesidad de contar con el consentimientos de sus padres.
Vox y las mociones de censura
“No hay distinción alguna entre el PP y Vox”, repitió Sánchez en campaña.
Durante el gobierno PSOE-Podemos, Vox presentó dos mociones de censura contra Sánchez: en octubre de 2020 y en marzo de 2023.
Ninguna de las dos fue apoyada por el PP.
“Hemos presentado dos mociones de censura contra el gobierno y el Partido Popular ha votado en contra en una y se ha abstenido en la otra”, dijo Santiago Abascal, líder y candidato de Vox, en un desayuno organizado por la agencia de noticias Europa Press en el que participó Clarín.
“A Feijóo le da vergüenza aparecer junto al señor Abascal, por eso no está en este debate”, le dijo el candidato del PSOE en la única cita que compartió con Abascal y con Díaz.
La televisión pública organizó un debate con los cuatro candidatos principales pero el del PP renunció a la convocatoria.
“Me preocupa ese despiste del señor Feijóo”, había dicho Abascal antes del debate.
“Es un despiste que creo, además, amenaza a la alternativa, porque en el documento que pone arriba de la mesa con el señor Sánchez le ofrece el reparto del poder bipartidista”, señaló.
“No es posible la derogación del sanchismo en esos términos. Es un engaño a los electores y nosotros tenemos el deber de alertar ante esa trampa”, dijo Abascal.
El debut de Sumar
Sumar, por su parte, se presenta como el partido que cambiará el guión de estas elecciones.
Este sábado de veda electoral, que los españoles llaman “día de reflexión”, no está permitido ningún acto político.
Sánchez optó por subirse a una mountain bike y, a pesar del calor, salió a pedalear por las sierras madrileñas.
Núñez Feijóo, quien cerró su campaña el viernes en La Coruña, se quedó en su Galicia natal. Y salió de compras con su esposa.
En la previa a sus primeras elecciones como candidata, Yolanda Díaz prefirió rodearse de amigos y colaboradores de su partido. Se la vio por el centro de Madrid, brindando con aperitivo, por lo que pueda suceder el domingo en las urnas.
Madrid, corresponsal
CB