Desde que asumió sus funciones en el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales, Orlando Jorge Mera estableció un principio transversal e inherente: a la luz de ser un administrador temporal de la ley, su bandera será aplicar la ley 64-00 y el régimen de consecuencias, no como excepción, sino como norma.
La mañana del 17 de agosto, 24 horas después de que asumiera formalmente el presidente Luis Abinader, el nuevo ministro de Medio Ambiente y Recursos Naturales, Orlando Jorge Mera, celebraba su primera actividad oficial con los colaboradores de dicha institución. Quedó en el recuerdo su memorable frase: “Un viaje de mil millas comienza con un paso”.
Los pasos que ha dado Jorge Mera no han sido sencillos, de hecho, le ha tocado ser aguerrido para responder a vicios que han empañado la labor del ministerio en años recientes. Muchos sectores, en particular aquellos del ámbito ambiental, habían acusado una dejadez sistemática de las autoridades en cuestiones fundamentales para el futuro sostenible de un país como República Dominicana, limitado de recursos y expuesto a los vaivenes del impopular y cada vez más presente Cambio Climático.
Ese camino comenzó unos días antes, cuando vía Twitter, el entonces presidente electo Abinader, anunció que Orlando Jorge Mera ocuparía dicho ministerio, lo cual despertó reservas en algunos sectores, dado que, según ellos, el actual incumbente no reunía los requisitos que ellos habían anhelado para ocupar la cartera medioambiental.
De inmediato, el ministro Jorge Mera agradeció la confianza del presidente Abinader y se comprometió a relanzar el ministerio, cumplir la ley y forjar una nueva era para el medio ambiente, los ecosistemas y los recursos naturales del país, todo refrendado en los días sucesivos, cuando sostuvo diversos encuentros con representantes de ONGs, sociedad civil y otros actores relevantes.
100 días de pura intensidad
Cuentan algunos allegados que, en los días anteriores a asumir en el cargo, Orlando Jorge Mera daba señales de querer comenzar su gestión con intensidad, seriedad y contundencia. Los hechos lo confirmaron.
El alto dirigente del Partido Revolucionario Moderno se propuso restaurar el Estado de Derecho aplicado al medio ambiente, a través de la sensibilización ciudadana, con un ambicioso plan educativo que ha llegado a más de 20 mil personas, un enfoque preventivo que complementó con mejoras en el aspecto administrativo, reduciendo en un 350% el gasto del ministerio para reenfocarlo en otras prioridades, como la educativa.
Octubre, mes de la reforestación, fue un momento de inflexión. Jorge Mera avanzó a pesar de la pandemia, y con el apoyo del propio presidente Abinader, quien encabezó una jornada de inicio oficial en los jardines de Palacio Nacional, logró plantar 3.2 millones de árboles entre el 16 de agosto y el 31 de octubre.
La economía ha sido un motivo de constante preocupación para el gobierno. En Medio Ambiente, aunque de entrada parecía que no era su área de competencia, de igual forma se trazaron la meta de contribuir a lo que la actual administración ha denominado “reactivación económica”. Grande fue la sorpresa cuando en el acto de celebración de los 100 días, Jorge Mera anunció que a partir de un nuevo modelo de autorización y fiscalización de permisos ambientales, “hemos aprobado 70 nuevos proyectos que se traducen en inversión total aprobada de RD$10,594,159.480.46, que redundarán en la reactivación de la economía”. El aplauso de aquella mañana fue estruendoso.
Pesca ilegal y retorno de los manatíes
El combate a la pesca ilegal ha sido constante. A mediados de septiembre, se renovó la veda para la captura y comercialización del pez loro en República Dominicana, acto de suma importancia ya que este pez se encontraba desprotegido desde junio del año 2019.
Lo que es mejor, se atendió un tema pendiente y de extraordinaria relevancia para la fauna marina del país: el retorno de tres manatíes a su hábitat natural, cuidados en el Acuario Nacional desde el 2012. Pepe, Juanita y Lupita finalmente encontraron un doliente.
De hecho, fue un objetivo que Jorge Mera se trazó desde sus primeros días como ministro, cuando fue a visitar el Acuario. Al tiempo de constatar las precarias condiciones de este, ordenó avanzar en un plan consensuado y prolijo para devolver a los manatíes al mar, tras años de un mal llamado cautiverio, ya que recibieron protección y cuidado en dicho recinto, pero sin la posibilidad de desarrollarse y reproducirse, esto último de vital importancia dado que son una especie en serio peligro de extinción.
Finalmente, la madrugada del domingo del 13 de diciembre, los manatíes hicieron su viaje desde el Acuario hasta Bayahibe, y fueron reintroducidos con éxito al mar, donde actualmente son supervisados en lo que es conocido como una liberación “blanda”, paso previo a su liberación definitiva.
Al rescate del Ozama e Isabela
Otro de los aspectos más relevantes de la gestión en medio ambiente ha sido lo que el propio Jorge Mera definió como el retorno del esplendor a los ríos Ozama e Isabela. Lo ha manifestado en sendas visitas, con la presencia del presidente Abinader, y el apoyo del sector privado, con quienes se ha comprometido a trabajar unidos para resarcir el daño ambiental a los ríos, y propiciar una campaña educativa y de consciencia a los ciudadanos que habitan en el sector.
Esto último refleja el carácter del hombre detrás del servidor público que es Orlando Jorge. Dijo en uno de sus recientes discursos: “Siempre he creído en la cultura del diálogo, que ayuda a entender y a buscar soluciones, siempre dentro de la Constitución y de la ley. En mi casa me enseñaron que hay que resolver, por ello piso firmemente tierra. El Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales, hoy tiene dolientes. Vamos entre todos a coser las heridas abiertas de tantos años sin protección”.