Acorralado por las renuncias de sus ministros y una serie de escándalos, tuvo que dimitir. Dentro y fuera de sus filas quieren que se vaya ya.
Frente a la famosa y brillante puerta negra de 10 Downing St renunció Boris Johnson como primer ministro británico. Se rindió después de un combate de gladiador romano, como en los clásicos que tanto ama. Pero el partido conservador vio su última batalla como una punible farsa.
Él escribió el discurso con el que pretende pasar a la historia. Pero dijo que no se irá hasta que el nuevo líder conservador no sea elegido. Un desafío a los que quieren ver en su reemplazo inmediatamente a un primer ministro temporario.
“En política nadie es remotamente indispensable. No saben lo triste que es abandonar el mejor trabajo del mundo. Ser primer ministro es educación en sí misma”, dijo Boris Johnson en su despedida, con más emoción en las palabras que en su cara.
Todos los miembros de su staff y algunos diputados lo acompañaron a la hora de su renuncia histórica. Se abrazaban , algunos lloraban. Otros querían estar allí por sus convicciones sobre Brexit.
Carrie, su esposa, estaba allí con su bebita Romy Iris Charlotte, vestida de roja, para la despedida. Ella es la ex directora de comunicaciones del partido conservador y conoce a cada uno de los que pidieron la cabeza de su marido. Fin de reino, pero prolongado para Boris y los Brexiteers en Downing St.
“Es evidente que el partido conservador parlamentario debe tener un nuevo líder y el proceso de conseguir ese nuevo líder comienza ahora. Y yo continuaré en este lugar”, fueron las primeras palabras de Boris Johnson, a la hora de su despedida. .
“Quiero decirle a los millones de personas que me votaron y que votaron conservadores por primera vez, gracias”, prosiguió.
«Mi obligación»
Luego buscó explicar su combate para no renunciar, que lo enfrentó al partido y a su propio gabinete, en dos días de batalla inédita. “Yo traté de estar en Downing St porque es mi trabajo, mi deber y mi obligación de lo que nosotros prometimos en el 2019,” continuó.
«La razón por la que he luchado tan duro en los últimos días para continuar entregando ese mandato en persona no fue solo porque quería hacerlo, sino porque sentí que era mi trabajo, mi deber, mi obligación con ustedes», insistió.
«Estoy inmensamente orgulloso de los logros de este gobierno para conseguir el Brexit, para establecer nuestras relaciones con el continente, recuperar el poder para que este país haga sus propias leyes en el Parlamento”, dijo.
«Hacer que este país supere la pandemia, obtener el lanzamiento de vacunas más rápido en Europa, la salida más rápida del bloqueo y, en los últimos meses, liderar a Occidente para hacer frente a la agresión de Putin en Ucrania«, enumeró.
Luego se dirigió a la gente de Ucrania y dijo que el Reino Unido «continuará respaldando su lucha».
Johnson siguió enumerando sus logros y le agradeció al servicio de salud británico por salvarle la vida tras haber tenido COVID.
“En los últimos días he tratado de convencer a mis colegas de que sería excéntrico cambiar de gobierno cuando estamos entregando tanto, cuando tenemos un mandato tan amplio y cuando estamos solo un par de puntos por detrás en las encuestas”, pronunció.
Dijo que «lamento no haber tenido éxito en esos argumentos».
«Es doloroso no poder ver a través de tantos proyectos yo mismo», agregó Johnson. «Pero como hemos visto en Westminster, el instinto de rebaño es poderoso».
«Cuando la manada se mueve, se mueve», describió.
Apoyo a un nuevo líder
«A ese nuevo líder… le digo que le daré todo el apoyo que pueda”, prometió.
«Y a ustedes, el público británico. Sé que habrá muchas personas que se sientan aliviadas y quizás bastantes que también se sientan decepcionadas. Y quiero que sepan lo triste que estoy por dejar el mejor trabajo del mundo. Pero esos son descansos», dijo, en clara evidencia que va a continuar con la política.
Agradeció a Carrie y sus hijos por su apoyo. Por último, agradeció al público británico el «inmenso privilegio que me han concedido».
En un mensaje a los parlamentarios hasta que el nuevo PM esté en su lugar, «sus intereses serán atendidos».
Johnson concluyó, con su clásico optimismo : «Incluso si las cosas parecen oscuras ahora, nuestro futuro juntos es dorado«.
Los parlamentarios y su familia lo aplaudieron nuevamente cuando le dio la espalda a la prensa y volvió a Downing St. en traje azul y camisa blanca.
Los periodistas cambiaron el tono tras la renuncia: dejaron de considerar a Boris como un trofeo político a liquidar. Un centenar de personas gritaba en la puerta de Downing St.»Out, out!» (¡fuera!). Para Boris Johnson, está renuncia es una masiva humillación política, abandonado por propios y más lejanos.
Pero en estas horas, con la renuncia conseguida, los parlamentarios vacilan en bailar sobre su tumba.
Boris quería seguir peleando, a pesar de la persuasión de Priti Patel, probablemente su ministra del interior más cercana. Por lo pronto ya ha nombrado ministros para ocupar espacios de un gabinete que desertó en masa. Y tenía previsto reunir a su nuevo gabinete este mismo jueves.
Muchos parlamentarios quieren que Boris se vaya inmediatamente, que carece de la autoridad para liderar. Pero hay un compromiso del Comité 1922 que permanecerá hasta que elijan un nuevo líder. Un proceso que tomará varios meses. El favorito es Ben Wallace, el secretario de defensa y pro europeo, cuando la amenaza de un conflicto global es real.
Pero el laborismo no acepta que el primer ministro renunciante Boris Johnson continúe en el cargo en las actuales condiciones. Sir Keir Starmer, el líder laborista, anunció que “por el interés nacional”, ellos van a convocar a un voto de confianza en la Cámara de los Comunes y buscan convocar a elecciones generales anticipadas.
El ex premier británico conservador, Lord John Major, dijo este jueves en una carta a la máxima autoridad del Partido, el comite 1992, que no es «inteligente que Boris Johnson se mantenga en su oficina».
París, corresponsal