El cuarteto de asesores de Liz Truss, la gran favorita para suceder a Boris Johnson

  • La ministra de exteriores es la gran favorita para ganar las primarias gracias a su plan de reforma económica que está cuajando en las bases de los conservadores

  • Entre sus cuatro consejeros económicos principales están el exjefe de políticas de Thatcher e impulsor de las privatizaciones de la Dama de Hierro y el núcleo duro de Johnson

  • Quiere garantizar un 2,5% de crecimiento económico anual para el país mediante una serie de recortes de impuestos y el control del gasto público

Liz Truss se ha convertido en la gran favorita para suceder a Boris Johnson como líder conservador y como primer ministro. Lidera los sondeos con 24 puntos de ventaja sobre Rishi Sunak, el otro finalista de las primarias, una ventaja que cada vez es mayor, aunque todavía queda un mes de campaña y de votaciones. La ministra de exteriores está consiguiendo el apoyo de los miembros más tradicionalistas y más de derechas de su partido gran a su promesa de llevar a cabo una gran reforma económica y de recuperar las políticas de Margaret Thatcher. Defensora de la mínima intervención del Estado en la economía, de una bajada de impuestos y de limitar al máximo las ayudas sociales, incluso está emulando a Thatcher en su forma de vestir para que nadie tenga ninguna duda.

Secretario de Estado de Negocios, Energía y Estrategia Industrial, Kwasi Kwarteng

Detrás de este plan de reforma económica hay cuatro personas que se han convertido en sus principales asesores. Uno es Kwasi Kwarteng, de 47 años, actual ministro de Industria, Negocios y Energía, educado en Eton, Cambridge y Harvard y que muchos creen que podría convertirse en el nuevo ministro de finanzas. Luego está Simon Clarke, de 37 años que, pese a su juventud, ya ha ocupado tres cargos ministeriales. Es el actual jefe del Tesoro y podría mantener el cargo si gana Truss y trabajar codo con codo con ella y con Kwarteng. El tercero es Jacob Rees-Mogg, de 53 años, secretario de estado de oportunidades del Brexit, un brexitero duro, como el resto de sus compañeros, también educado en Eton y Oxford y considerado como un político escapado de otro siglo por su gusto por el lenguaje barroco y por sus modales de clase alta. El cuarto es John Redwood, de 71 años, exjefe de políticas de Margaret Thatcher en los años ochenta y clave para impulsar sus políticas de privatización.

Estos son ahora mismo los principales consejeros de Truss en materia económica y podrían tener roles relevantes en su Gobierno si se convierte en primera ministra. Truss quiere aumentar el número de asesores económicos en Downing Street para poder trabajar de forma más independiente, un movimiento que recuerda a la confianza que Thatcher tenía en asesores económicos como Sir Alan Walters, quien la ayudó a impulsar su agenda en contra de la oposición institucional.

¿Un cuento de hadas?

El Reino Unido ha alcanzado una inflación récord en los últimos 40 años con el 9,4% y el Banco de Inglaterra augura que llegará al 11% a finales de año debido a la pandemia, a la guerra de Ucrania y al Brexit, aunque éste último punto no es reconocido por el Gobierno. Sunak propone una subida de impuestos como respuesta a la situación económica del país, mientras que Truss apuesta por bajarlos. Sunak acusó a Truss de vivir en un “cuento de hadas”, pero lo cierto es que Truss tiene el apoyo de la facción más tradicional del partido y esto ha hecho que Sunak haya empezado a cambiar sus promesas como eliminar el IVA de las facturas eléctricas. Ahora dice que sí que lo quitará.

Truss insiste en que el enfoque actual, defendido por Sunak, que ha sido ministro de finanzas los últimos dos años, no está funcionando. “¿Queremos una política económica de continuidad, que ha llevado a un bajo crecimiento durante décadas y que además no está haciendo lo suficiente en la actual crisis económica o queremos un enfoque completamente nuevo?”, cuestionó. Y añadió: “Soy la candidata que tiene una visión completamente nueva para afrontar los problemas con un incremento de la oferta, un recorte de los impuestos y el control del gasto público”.

Truss quiere garantizar un 2,5% de crecimiento económico anual y para ello se ha comprometido a una serie de recortes de impuestos (la mayoría anunciados por Sunak) como revertir el aumento de la Seguridad Social, parar la subida del impuesto del impuesto de sociedades para las empresas y la suspensión del impuesto de energía verde en las facturas de los hogares. También ha prometido fomentar la compra de viviendas permitiendo que los pagos previos del alquiler en aquella casa se utilicen como parte de las evaluaciones de hipotecas. De momento, esta reforma económica diseñada por su cuarteto de asesores está cuajando entre la militancia y puede llevarla al número 10 de Downing Street el próximo 5 de septiembre.