Elsie Eiler tiene 84 años y vive sola en la ciudad mas pequeña de Estados Unidos.
Minowi es una pequeña ciudad en el condado de Boyd a ocho kilometros de la frontera con Dakota de Sur al norte del estado de Nebraska, Estados Unidos. Este pequeño pueblo recubierto de campos, trigo y con caminos difíciles de acceder tiene la particularidad de ser conocido como la ciudad unipersonal.
Fundada en 1902, tiene menos de un kilómetro cuadrado y alcanzó su pico poblacional en la década de 1930 con 150 habitantes, antes de que los residentes más jóvenes decidieran mudarse a las grandes ciudades como Nueva York, Kansas, Oklahoma y el centro de Nebraska, con el objetivo de trabajar en las grandes empresas y con el agregado, no menor, de la Segunda Guerra Mundial.
En el censo del año 2000 la aldea tenía una población de dos habitantes: el matrimonio de Rudy y Elsie Eiler. En 2004, el hombre murió y dejó a cargo a su esposa de todo el pueblo. Por eso la mujer -que hoy tiene 84 años- es la alcaldesa, secretaria, tesorera, bibliotecaria, barwoman y la única persona que queda en Monowi.
Un negocio familiar
Hoy, según el censo de Estados Unidos, Monowi es el único lugar en el país con un solo residente. La localidad cuenta con una pequeña cantina muy al estilo norteamericano, tiene una estructura vieja, casi abandonada, en donde Elsie cada mañana sirve a sus clientes -esos que están de paso por las carreteras del país- todo tipo de cosas: hamburguesas, hot dogs, papas fritas y cervezas.
En la entrada hay un letrero que dice: «Bienvenido a la mundialmente famosa Taberna Monowi. ¡La cerveza más fría en el poblado!» Elsie y la «Taberna Monowi» fueron presentados por la cadena CBS en el programa Sunday Morning el 29 de octubre de 2006, y nuevamente el 12 de agosto de 2007.
Cada año la mujer cuelga un aviso en el único negocio (su bar) anunciando elecciones para alcalde, y luego vota por ella misma. Desde el Gobierno le exigen que presente un plan municipal para recaudar fondos: el ultimo año logró recolectar alrededor de USD$500, que los utilizó para pagar impuestos y para mantener los servicios básicos de su pueblo.
Elsie, en conversación con la BBC, explicó: “Cuando solicito al Estado mis licencias de licor y tabaco cada año, las envían a la secretaria del pueblo, que soy yo». Y agrega: «Entonces los recibo como secretaria, los firmo como empleada y me los entrego como la dueña del bar».
Ella misma hace un seguimiento de la situación con respecto a los lotes residenciales vacíos con el objetivo de buscar compradores y lograr que alguien quiera mudarse para poner de pie nuevamente a la ciudad.
Existe otro edificio emblemático en este mágico pueblito. Rudy, esposo de Elsie, meses antes de su muerte tenía el deseo de construir una biblioteca que lo represente tanto a él como a su lugar- Y gracias a su colección de más de 5.000 libros y revistas se pudo llevar a cabo su sueño con ayuda de sus hijos, sobrinos y nietos.
Familiares y amigos construyeron estantes del piso al techo y sus nietos pintaron un letrero hecho a mano que decía «Biblioteca de Rudy».
Monowi en su época dorada
Promediando el siglo XX, Monowi era el hogar de 150 personas y una parada obligatoria del ferrocarril de Elkhorn. En aquel tiempo el pintoresco pueblo contaba con restaurantes, tiendas de ropa, una iglesia (la cual siguen en funcionamiento) e incluso una prisión.
Elsie se crió en una casa de campo a menos de 1 kilómetro de la ciudad y conoció su esposo en la escuela primaria de Monowi. Con el pasar de los años, los dos tomaban juntos el autobús a la escuela secundaria más cercana, a 11 kilómetros de distancia, hasta que Rudy se alistó en la Fuerza Aérea de los EE.UU.
Mientras el hombre sirvió en Francia durante la Guerra de Corea, Eiler se fue a Kansas a cumplir su sueño para trabajar de azafata en una aerolínea.
La mujer regresó a casa para casarse a los 19 años y criar a dos hijos. Rudy, que había estado trabajando en el elevador de granos y entregando combustible a las gasolineras, tuvo la idea de arreglar la antigua taberna que había pertenecido al padre de Elsie. Dos años después, la pareja inauguró el local en 1971.
En 2004, cuando la señora se quedó sola, los medios de comunicación pusieron a Monowi en las noticias. La ciudad más pequeña de Estados Unidos se hizo famosa y ahora llegan turistas de todo el mundo por curiosidad. Elsie tiene cuatro libros de visitas repletos de comentarios.
«Yo sé que en cualquier momento puedo irme con mis hijos y nietos, pero quiero vivir aquí. El hogar de uno es donde está su corazón», dijo Elsie en entrevista para el canal de Youtube Welcome To The Smallest Town in America… Population: 1. Ella, mientras tanto, sigue preparando hamburguesas y hot dogs para sus invitados.