Tras un escándalo de corrupción, Kaja Kallas fue elegida presidenta del país báltico, que tiene como primera ministra a Kersti Kaljulaid.
Estonia, un pequeño país báltico de 1,3 millones de habitantes, acaban de nombrar a Kaja Kallas como primera ministra, convirtiéndose en la primera mujer que ejerce como jefa de gobierno de la nación. Esto, luego de un escándalo de corrupción en el que se vio envuelto el exprimer ministro Juri Ratas.
La singularidad estonia radica en que mientras Kallas será primera ministra, la presidenta también es una mujer, Kersti Kaljulaid. «Estonia es una república parlamentaria, entonces hay un primer ministro y un presidente (jefa de Estado). En este caso, y eso es lo novedoso, ambas son elegidas», comentó el editor general de PAUTA, Eduardo Olivares, en referencia a las mayorías constituidas en el Parlamento, llamado Riigikogu.
«El nombre de Kaljulaid surgió después de muchos fracasos de quien podían nominar como presidente por el parlamento estonio en el 2016, y ella apareció como la figura tecnocrática, sin partido político, sin problemas con nadie y, por lo tanto, terminó siendo la favorita», sostuvo en Un Día Perfecto.
Kallas lidera el Partido de la Reforma y es hija del ex primer ministro Siim Kallas. Olivares contó que la entrevistó en 2012. «Cuando entró a la política, sentía que su voz no se escuchaba», explicó, y en parte ello se debía a su género. «Ella sostenía en 2012 que, pese a que era una sociedad que se estaba modernizando bastante, era claramente insuficientemente paritaria».