Muchos australianos se han enojado ante la noticia de que el tenista serbio Novak Djokovic jugará el Abierto de Australia tras recibir una exención de las normas de vacunación.
Todos los jugadores y el personal del torneo deben estar vacunados contra la covid-19 o recibir una exención de manos de un panel independiente de expertos.
Los organizadores sostienen que el actual campeón de la competición no recibió un trato especial.
Pero los australianos, algunos de los cuales todavía no pueden viajar entre estados o internacionalmente, criticaron a las autoridades, a los políticos y al propio Djokovic.
Craig Tiley, director del Abierto de Australia -el primero de los Grand Slam de la temporada de tenis-, dijo que 26 deportistas solicitaron una exención médica y que un «puñado» de ellas se concedieron bajo las directrices marcadas por reguladores federales.
«Lo pusimos extremadamente difícil para los solicitantes, para garantizar que el proceso era el correcto y asegurar que los expertos médicos lidiaban con ello de forma independiente», le dijo Tiley a la cadena australiana Channel 9 este miércoles.
Sin embargo, el gobierno nacional dijo que el tenista tendrá que demostrar al entrar al país que no puede ser vacunado.
«Si bien el Gobierno (regional) de Victoria y Tenis Australia pueden permitir que un jugador no vacunado compita en el Abierto de Australia, es el Gobierno de Australia el que hará cumplir nuestros requisitos en la frontera australiana», dijo en un comunicado la ministra australiana del Interior, Karen Andrews.
«Opuesto» a las vacunas
El torneo empieza en Melbourne el 17 de enero y Djokovic escribió el martes en Instagram: «He pasado un fantástico tiempo de calidad con mis seres queridos en las vacaciones y hoy voy hacia allí con una exención que me lo autoriza».
«¡Vamos 2022! Estoy listo para vivir y respirar tenis en las próximas semanas de competición».
Fuente Externa.