A poco menos de una semana de tomar posesión, la presidenta electa de Honduras, Xiomara Castro, ya enfrenta su primera crisis política.
Y es en el mismo seno del futuro partido gobernante.
En una sesión marcada por golpes, abucheos y caos, los parlamentarios se reunieron este viernes para votar por la Junta Directiva provisional del Congreso Nacional (2022-2026).
Con 85 votos a favor, los congresistas eligieron al diputado Jorge Cálix como presidente del Congreso, en una decisión que no respetó el pacto entre el Partido Libertad y Refundación (Libre), el de la futura presidenta, y el Partido Salvador de Honduras (PSH), de Salvador Nasralla.
Un acuerdo previo a las elecciones entre ambas agrupaciones políticas establecía que Nasralla no se presentaría a los comicios como candidato a presidente si Libre le garantizaba a él la vicepresidencia y la posibilidad de elegir la directiva de la junta del Congreso.
Para ese puesto, habían acordado previamente la designación del diputado Luis Redondo, del PSH.
Sin embargo, como resultado de una división interna dentro de Libre, 20 diputados rompieron el pacto y eligieron a Cálix, de Libre, como líder provisional.
Aunque en otra votación el domingo debe ratificarse la posición de forma permanente, el diario El Heraldo indica que el puesto de Cálix se da por hecho no solo porque ha sido una tradición que el presidente provisional del nuevo hemiciclo sea el titular de la junta directiva permanente, sino porque demostró que su nominación cuenta con el respaldo de al menos 85 legisladores, de un mínimo de 65 necesarios.
Tras la juramentación de la nueva directiva provisional, los diputados seguidores de Castro hicieron una juramentación paralela en la que nombraron a Redondo, aunque según medios locales, esta podría carecer de validez legal.
Peleas y gritos:
La elección del diputado para la jefatura del parlamento provocó peleas, golpes y ofensas dentro del hemiciclo; varios seguidores Libre irrumpieron como protesta en la sede del legislativo.
La presidenta electa Xiomara Castro reaccionó rápidamente en Twitter y calificó de «traición» lo sucedido.
«La traición se ha consumado», dijo.
La víspera, Castro, esposa del exmandatario Manuel Zelaya, criticó que 20 diputados de su partido -los mismos que votaron hoy por Cálix- no habían participado en una reunión a la que había convocado para discutir la elección de la directiva del Congreso.
«La ausencia de los 20 diputados (de Libre) es el augurio de una traición contrarrevolucionaria al partido y al pueblo hondureño que derrotó la narcodictadura nacionalista el domingo 28 de noviembre y una traición al proyecto político de la refundación de la patria al intentar el día de mañana (hoy) imponer el plan de la elite corrupta que dirige Juan Orlando Hernández», dijo Castro en un comunicado.
La primera mujer en ser elegida como presidenta de Honduras consideró que la rebeldía de los diputados constituía un «incumplimiento » al voto popular, que la eligió de forma contundente en alianza con los otros partidos con 1,7 millones de papeletas en las urnas.
La presidente electa indicó que, de ser elegido Cálix, no se juramentará al cargo de presidenta el día 27, como es tradición, ante el presidente del congreso, sino ante un juez.
De los 128 diputados que conforman el Parlamento, Libre obtuvo 50 en las elecciones del 28 de noviembre, seguido del Partido Nacional, en el poder desde hace doce años, con 44; el Liberal, con 22; el PSH, con 10; uno la Democracia Cristiana y uno el Partido Anticorrupción.
La directiva definitiva del Congreso iniciará el nuevo período legislativo el 25 de enero, dos días antes de que asuma Castro.
Posible expulsión:
Ante los acontecimientos en el Parlamento, el Partido Libertad y Refundación analiza la expulsión de los 20 diputados que se opusieron a la candidatura de Redondo.
Zelaya, quien es secretario de la colectividad, convocó la reunión de forma virtual.
«Procede expulsión de quienes traicionaron la sangre de nuestros mártires y proyecto de Refundación de la Patria. Es elección de 2do grado, y el pueblo puede anularla. No le reconocemos», indicó Zelaya, quien fue derrocado en 2009 por un golpe de estado.
El encuentro, que estaba pautado para las 5:00 p.m. de Honduras (CST), podría cambiar el rumbo de la junta directiva del Legislativo, que debe ser ratificada el domingo.